REGINA PACIS: ESCUELA DE ARTES VISUALES - 1er Año - Material de Trabajo
EL FEUDALISMO
Formación del feudalismo: cómo se llega desde el mundo antiguo a la sociedad feudal.
S. I apogeo del Imperio Romano
S. III crisis del Imperio Romano (se sale con Diocleciano y Constantino:emperador de 306 a 337 d.C.-)
S. V invasiones: durante este siglo se produce una movilización de pueblos germánicos, la parte oriental del Imperio resiste a las invasiones, pero en la parte occidental éste desaparece, es invadida por numerosos pueblos que van decantando en una serie de reinos o estados, por ejemplo: visigodos en España, francos en Francia, vándalos en el norte de África. De este modo se forman los reinos romano-germánicos.
S. VII expansión musulmana. Mahoma, profeta del Islam, nace en La Meca 570?-632, sus adversarios le obligaron a emprender la huida (hégira) a Medina en 622, fecha del principio de la era musulmana. Declarada la guerra santa, Mahoma se apoderó de la Meca en 630 y fue proclamado soberano temporal y espiritual del mundo árabe. Durante los ss VIII a X se da una fuerte influencia musulmana en Europa.
VII-VIII relativa estabilidad: año 800 coronación de Carlomagno como Emperador.
IX y X disgregación del imperio carolingio a causa de conflictos entre los sucesores de Carlomagno y a causa de nuevas invasiones germánicas
Para entender el mundo feudal hay que tener en cuenta tres factores:
1° la tradición que viene del imperio romano
2° la tradición de los pueblos germanos que invaden el imperio
3° los aportes del cristianismo
TRADICIÓN ROMANA: el Imperio Romano se construye alrededor del Mediterráneo. Todo lo que está fuera del Imperio es considerado “bárbaro” porque no pertenecen a la cultura romana. El Imperio es, en primer lugar, una institución política que gobierna desde Roma usando una red de ciudades vinculadas por medio de los caminos, en cada ciudad se instalan grupos llamados ciudadanos, es la elite social (tienen derechos políticos), se hacen pequeñas “Romas”. Cada una de estas ciudades es lugar de residencia, centro político y en ella se vive de una determinada manara: estilo civilizado (foro, circo, baños (termas), banquetes y se habla latín).
La cultura romana incluye los siguientes elementos: enorme aprecio por la realidad concreta, gusto por disfrutar intensamente de todos los placeres (hedonismo), gran interés por la política, visión positiva del poder temporal. Considera que la realidad existe para que el hombre la modifique según sus necesidades, gran sentido práctico. Importancia del derecho romano: implica la convicción de que todas las relaciones humanas pueden formalizarse (traducirse en leyes). La religión, tiene poco peso en esta cultura que no manifiesta interés por lo que existe después de la muerte, por ello se da un cierto respeto por las distintas creencias religiosas existentes en el Imperio, siempre que se mantenga la reverencia a la figura del Emperador.
El mundo romano que llega al Feudalismo no es el clásico, sino que está en crisis política. En el s. III se desequilibra el centro romano a causa de guerras civiles internas y de la debilidad de las fronteras. Para superar esta crisis se realiza una profunda transformación. Es ese imperio romano transformado el que llega al feudalismo: el Emperador ya no gobierna a ciudadanos sino a una masa de súbditos que se agachan ante él; dos instituciones sostienen este imperio: el ejército formado con los miembros menos romanizados, por lo tanto se da una militarización y una barbarización del ejército; los funcionarios que realizan una recaudación fiscal rigurosa. Además, para mantener la cohesión del imperio se otorga a la religión una gran importancia: el Emperador asume un poder teocrático. En este contexto se entienden las persecuciones a los cristianos, ya que éstos se negaban a aceptar el poder del Emperador como venido de Dios. Diocleciano (245-313) combate ferozmente al cristianismo, en cambio, Constantino se da cuenta de que podía utilizar el cristianismo como un instrumento unificador del Imperio, así promulga el edicto de tolerancia (313) del cristianismo.
CRISTIANISMO: durante los ss. I y II conviven en el Imperio varias religiones que coinciden en ser orientales y salvacionistas. Entre ellas el cristianismo, éste rechaza el hedonismo (la búsqueda del placer) como forma de vida, cuestiona a la autoridad civil y no le da importancia a la política. Con Constantino el cristianismo comienza a expandirse y se da una fusión entre el poder civil y algunos funcionarios eclesiásticos, los obispos, en quienes se delegan funciones judiciales, se les otorga el beneficio de algunos impuestos y el Estado les dona bienes. Durante los siglos IV y V el núcleo de la Iglesia católica se fusiona con el Estado Romano, el latín se transforma en la lengua de la Iglesia, y es ésta la que recupera y conserva muchos elementos de la cultura romana, que de otro modo seguramente hubieran desaparecido. El
cristianismo rechaza el gusto por los placeres (hedonismo) de los romanos, al mismo tiempo que el uso de la violencia de los germanos.
TRADICIÓN GERMÁNICA: los pueblos germanos constituyen un enorme abanico pero con algunos rasgos comunes: son campesinos: practican la agricultura y la ganadería y se organizan en aldeas. Practican la guerra estacional (todos los años en septiembre), después de sembrar y antes de cosechar. La guerra, lo heroico y la valentía, son valores importantísimos para los germanos clásicos. Su religión es animista e inmanente, es decir que consideran que todos los objetos tienen su alma, por ello los bosques no se deben explotar. Son pueblos sin estado pero con un jefe cuando hacen la guerra. De los pueblos germanos provenían los esclavos del Imperio.
Durante los siglos V al VIII siempre se dan los tres componentes con variaciones según las regiones. Para entender al feudalismo es necesario tener en cuenta los procesos de fusión de estos tres componentes.
El encuentro de los germanos con los romanos dio lugar a la formación de guerreros especializados, (primera forma de nobleza), estos guerreros rodean a los jefes militares, estos jefes son los reyes.
En el proceso de fusión, por un lado, surgen las aristocracias, que son las capas superiores de la sociedad, las relaciones básicas se dan alrededor de la tierra. Estas aristocracias están conformadas por los grandes propietarios romanos y los jefes guerreros germanos. Por otro lado tenemos la monarquía: la tradición romana de la existencia de un Emperador es aceptada por los jefes militares germánicos, éstos legalizan y legitiman así su poder mediante el derecho romano. Además, el cristianismo también les legitima el poder con la idea de que “todo poder viene de Dios”, según esta idea los reyes gobiernan porque Dios lo quiere así.
Los reyes (la monarquía) necesitan de la aristocracia para la administración, la recaudación de impuestos, etc. por lo tanto deben delegar atribuciones en funcionarios, y, aunque a estos funcionarios los eligen por amistad y porque les tienen confianza, no dejan de ser una amenaza al poder del rey. Durante el feudalismo existe una tensión constante entre aristocracia y monarquía.
Distintos ideales religiosos conviven en la formación del mundo feudal: el cristianismo, los cultos orientales y la religión germánica. En la aristocracia confluyen los ideales heroico (germano) y hedonista (romano), y se crea un conflicto con las ideas del cristianismo que condenan que los hombres se maten y que se dediquen a los placeres. Los pueblos germanos en general son politeístas, por lo tanto la Iglesia, en su tarea de convertirlos, necesita ser respetuosa y flexible: asimila el animismo germano trasladándolo a las reliquias de los santos y a los objetos sagrados; los dioses germanicos, si son benéficos, se incorporan al “panteón” de los santos cristianos, en cambio, los que representan fuerzas negativas se asimilan a demonios. La Iglesia incorpora así subordinadamente los elementos religiosos germánicos: el hechicero pasa a ser, por ejemplo, el santo que hace llover; el mundo animista se subordina al reino de Dios.
La iglesia establece que el mundo visible depende del invisible (vida eterna, alma, Dios). Es una concepción platónica de la realidad: este mundo inferior no es entendible en sí mismo, las claves para entenderlo están en el mundo superior; la razón y los sentidos humanos se quedan cortos para alcanzar la verdad, pero ésta se manifiesta por medio de las revelaciones y, sobre todo, por las Sagradas Escrituras explicadas por la Iglesia.
IMPERIO DE CARLOMAGNO
A partir del año 700 la familia de los Pipinidas comienza acrecer y a aumentar su poder, esta familia se origina en Bélgica, se extiende a Alemania y Francia y llega hasta Italia y España, el Papa León III, en un acto sin precedentes, corona Carlomagno como Emperador en el año 800.
Importancia de este fenómeno: se da, por un lado, un hecho concreto: una familia que crece militarmente; y por otro lado, un aspecto ideológico: de la tradición romana viene la idea de un Imperio universal, a la que se agrega la idea cristina del poder como servicio: de todo esto surge la figura del Emperador como aquel que debe gobernar con el fin de que todos los hombres alcancen la salvación; y surge la Idea de un Imperio cristiano universal, guiado por el Emperador, a quien su autoridad le viene de Dios. De este modo la religión da legitimidad al poder temporal y civil.
Carlomagno, para poder gobernar su enorme imperio, lo divide en regiones y delega la administración en amigos de confianza, a los cuales les exige un juramento de fidelidad personal. De este modo introduce un tipo de relación que es lo fundamental del feudalismo: la relación personal entre señor y vasallo. Se pierde la noción de una legislación objetiva según la cual los ciudadanos y los gobernantes deben regular su vida; El poder político deja de ser “cosa pública” (res-publica), para transformarse en una cuestión personal y privada.
Fragmentación del imperio carolingio y consolidación del feudalismo
En el año 814 muere Carlomagno y comienza una acelerada disgregación del Imperio a causa de las guerras civiles entre sus hijos y sus nietos; en menos de 100 años se fragmenta totalmente y el poder pasa a manos de cada uno de los funcionarios locales, pero la fragmentación se da aún dentro de cada condado.
A las divisiones internas se agrega, durante los ss IX y X, una segunda oleada de invasores: los Vikingos llegan de la península escandinava y piratean toda la costa del Atlántico (Francia, España, Países Bajos); los Magiares vienen de la estepa de Asia central, son pueblos pastores que se estabilizan en Hungría; los Eslavos que vienen de Rusia, y, por último, los musulmanes vienen de Argel y toda África del norte, piratean la costa mediterránea, sobre todo España. Con estas invasiones se comprime nuevamente el mundo europeo.
En esta época de invasiones y de peligro no es posible contar con una organización política muy extensa: los campesinos buscan protección bajo la fortaleza de un señor local (conde, marqués, caballero, etc.) que ha tomado por su cuenta las funciones de seguridad y de justicia; a su vez, el señor se fortalece a costa de los campesinos. Se multiplican los castillos (fortalezas erigidas en lugares estratégicos) que son el resultado de la inseguridad y también la expresión de la fragmentación del poder. El feudalismo es la adecuación del sistema político a la fragmentación material del imperio, parte de ese poder queda en manos del señor feudal.
El feudalismo es una estructura que tiene como núcleo la relación señor-campesino. En este conjunto heterogéneo se va progresivamente logrando un equilibrio, hacia el año 1000 la aristocracia muestra elementos de estabilización en sus relaciones: se pasa de la guerra de todos contra todos a un clima general de paz. La Iglesia tiene un papel fundamental en el logro de este aquietamiento de conflictos internos, ella formula la teoría de la Paz de Dios (derivada del mandamiento principal “amaos los unos a los otros”) y la teoría de los tres órdenes: esta teoría responde a la organización real de la sociedad y la legitima, justifica que haya campesinos, guerreros y eclesiásticos. Además hay una visión jerárquica en la realidad, de abajo hacia arriba: minerales, vegetales, animales, los seres humanos, los ángeles y Dios. Este orden es considerado perfecto porque está hecho por Dios, modificarlo es un acto sacrílego. Este orden es natural y universal. La Iglesia tiene el monopolio de la ideología, de allí su enorme fuerza para que la sociedad alcance su fin principal que es la salvación de todos los miembros.
Por efecto de estas teorías, a partir de mediados del siglo X, se pasa de un período de estrechamiento del mundo europeo a un período de expansión: se recuperan territorios y se expande el Imperio. En este contexto se consolida la organización feudal.
La expansión se da en tres niveles: 1- expansión política y territorial, avances militares hacia el exterior (cruzadas, reconquista, etc.); 2- expansión de la economía rural, hacia el interior ocupación de nuevas tierras (bosques y pantanos), esta expansión implica un aumento de población (repoblación de las nuevas tierras, repoblación de frontera), y también implica el empleo de nuevas técnicas agrícolas (arado y pollera que hace que el animal tire con el cuello y no con la cabeza); 3- expansión mercantil y urbana: la expansión del comercio se liga a la expansión militar, política y territorial que abre nuevos comercios y nuevas rutas (cruzadas: ruta del Mediterráneo), el comercio se establece fundamentalmente con la corte, los burgueses le venden a los señores, éstos extraen del campo sus riquezas (el comercio no se explica sin la expansión agraria, el campesino dispone de dinero para pagar su tributo al señor).
Mecanismos por los que se pasa de la guerra al equilibrio de poderes (dos redes):
A- una red tejida por la relación vasallática que une a un noble mayor con uno menor: disminuye la posibilidad de conflicto y organiza a la nobleza en grandes grupos.
B- otra red tejida por los matrimonios: el modelo de la familia monogámica, en la que la identidad del hijo viene del padre, se constituye en esta época (los romanos y germánicos admitían la poligamia), la red que se crea entre las distintas familias por medio de los matrimonios también atenúa la posibilidad de conflictos, se vinculan los linajes. Simultáneamente se establece que la herencia se transmite enteramente al hijo mayor: se asegura el patrimonio del linaje (familia ligada a un lugar, del lugar se toman los apellidos).
Por lo tanto: la aristocracia se organiza en el linaje, mayorazgo, en redes de vasallaje y en redes de parentesco.
Una consecuencia importante del mayorazgo es que se trata de controlar el nacimiento, de limitar el número de hijos menores, algunos se destinan a la Iglesia, pero hay un grupo de hijos de buena familia que no tiene patrimonio para casarse, el término sociológico es joven, junior, este grupo es el que realiza las campañas militares, las cruzadas, y buscan una heredera; en el mundo de los jóvenes se acuñan los ideales del caballero, de lo que debe ser un noble.
Dos variantes de la cultura aristocrática
En la etapa previa al feudalismo (Alta Edad Media) la aristocracia tiene fundamentalmente la función de hacer la guerra (tradición germana), lo valioso para la mentalidad de este grupo es la hazaña, la valentía, la fuerza y la austeridad propias del guerrero; la obtención de botines de guerra (pillaje) está absolutamente legitimada.
En la etapa de consolidación del feudalismo se dan dos variantes en la cultura de la aristocracia:
-
El ideal cortés, en la zona más romanizada y en el ámbito de los grandes señores con sus cortes, allí se vive para gastar, la sobriedad y la austeridad no son bien vistas, lo propio de un señor es la generosidad y el derroche en fiestas, banquetes etc. Este modo de vida coloca a la guerra y a la violencia en un plano secundario, se organizan torneos y cacerías, aquí lo heroico está más en potencia, prima el aspecto hedonista de la vida, las cortes son entendidas como el lugar para ser feliz, lugar para el placer. Aquí se descubre el amor como pasión subjetiva que tiene que ver con un redescubrimiento de la mujer como centro de la vida social, nada que ver con el matrimonio, y de la subjetividad (se expresa en la poesía cortés). Un banquete, una cacería, la conquista de una mujer se disfrutan más si se respetan reglas (en el Quijote Dulcinea no existe, existen las reglas para su conquista). Entonces, la mentalidad cortés se relaciona con la tradición romana; allí va surgiendo la subjetividad; gran importancia de las reglas, importancia de la vida mundana.
- El ideal caballeresco: en las zonas feudales menos romanizadas, la aristocracia está más influida por los valores cristianos y la tradición germánica, allí la mentalidad se configura alrededor de la idea del caballero: noble que pone su talento militar al servicio de la fe: protección de los débiles (pobres, viudas, huérfanos) y conversión de los infieles. Lo valioso para esta mentalidad es el heroísmo, la protección de los débiles, la austeridad, la valentía, el Reino de Dios.
CRISIS DEL ORDEN FEUDAL
S. XIV: después de tres siglos de expansión la cantidad de tierras comenzó a ser insuficiente porque se habían aprovechado algunas de mala calidad y no se hizo ninguna inversión para mejorarlas y aumentar su productividad. Los campesinos no invierten porque no disponen de excedente para hacerlo; y los señores no quieren invertir porque destinan el excedente a "gasto suntuario": construcción de castillos y vida en la corte (los castillos para la defensa y la corte para entablar relaciones provechosas)
A causa de esto entra en crisis el orden feudal clásico y aparece el germen de un nuevo orden.
Reactivación del comercio y las ciudades.
Proceso social y político urbano: tiene su origen en la expansión rural y feudal a la vez que implica un aumento de población. Se advierte algo nuevo por ejemplo en la cantidad de gente que circula y se moviliza, además de otros fenómenos. La gente concurre a las ciudades, renacen las viejas ciudades romanas y nacen otras nuevas en los cruces de caminos, o al lado de un castillo, este proceso implica que hay gente que viene de otros lados: algunos se escapan de los señores, otros son vasallos sin tierras que en las ciudades forman la aristocracia urbana, también se traen de otros lados a especialistas en actividades mercantiles, es decir extranjeros, advenedizos, gente de otra parte que no pertenece al encasillamiento de la sociedad feudal. Este conjunto de hombres nuevos, que viven distinto, que vienen a un lugar que no conocen, constituyen un nuevo actor social (un nosotros), los burgueses. Este conjunto de advenedizos se une por medio de una actividad común, se conocen, su vida transcurre en un marco delimitado, se hacen comunidad. Hay algunos que se organizan creando una solidaridad de iguales que se unen con un juramento (conjurados), este grupo unido por juramento se llama "conjura", de la conjura sale la palabra comuna, cosa común de los conjurados. Al final de una primera etapa se convierte en órgano de gobierno, el objetivo de los movimientos antiseñoriales es lograr el gobierno de las ciudades.
El señor local tiene en la ciudad una fuente de ingresos por medio de los impuestos, por esto los mismos señores promueven las ciudades, pero luego los señores chocan con los burgueses, éstos necesitan paz en el mercado, se niegan a pagar los impuestos y piden que se les asegure la libertad a quienes habitan las ciudades (categoría de libre a los ciervos escapados). El reclamo de la exención de pago de impuestos en el mundo medieval se llama búsqueda de "libertades".
Movimientos antiseñoriales: toda ciudad del mundo feudal ha pasado por esta fase de reclamo de libertades para el desarrollo de la vida mercantil y urbana; el conflicto no es necesariamente violento, estos movimientos antiseñoriales suelen emerger en el momento en que los burgueses encuentran una fisura en el poder señorial.
Funcionamiento de las ciudades:
- la gente se pone de acuerdo en cómo se va a gobernar, cómo se hará justicia, etc. esto se hace explícitamente y toma la forma de un contrato. Es importante el carácter contractual de estos acuerdos
porque se pueden modificar; esto implica una toma de conciencia de que la ley es un producto humano y modificable que se opone a la organización feudal, que era considerada inmodificable por su carácter sagrado;
- a partir de la comunidad rápidamente se diferencian grupos, se constituye un grupo superior: el patriciado urbano, que trata de cerrarse y de eliminar la movilidad social. Los patriciados se forman con los primeros que se enriquecen por los monopolios: se compra algo barato, se vende caro, (por ejemplo la pimienta) y se obtienen grandes ganancias; el grupo que primero descubre un negocio, crea un monopolio de esa actividad; el patriciado toma el poder político para asegurarse el monopolio económico. Socialmente se da que un grupo de origen campesino llega a una nobleza urbana, logra esto imitando a los señores y muchas veces emparentándose con los nobles.
Las ciudades crecen y se diversifican, surgen movimientos antipatriciales (alrededor de 1250) que se oponen al monopolio, rechazan los impuestos, cuestionan el manejo arbitrario de la ley y buscan una ley igual para todos. El frente antipatricio es heterogéneo, hay distintos intereses porque está integrado por diferentes grupos, esta heterogeneidad los hace frágiles, no llegan a soluciones estables.
Hacia mediados del XIV y el XV, los patriciados admiten que no pueden dominar la ciudad, renuncian al poder autónomo y convocan a un poder externo, en los países que hay reinos convocan a los reyes, en otros países, por ejemplo Italia, aparecen las señorías urbanas aceptan un gobierno dictador ejercido por señores militares (condotieri: guerreros urbanos que ofrecen sus servicios y muchas veces se constituyen en un autoritarismo), Venecia es un caso especial porque en ella se establece una oligarquía por 600 años.
Formación de la concepción burguesa de la realidad
Hay una ideología dada por la Iglesia: los tres órdenes; hay también prácticas espontáneas que no son explicadas por esta ideología. Las prácticas van decantando en actitudes, valores, mentalidades: organizan la vida pero no tienen una teoría por detrás que las sustente (recién en el siglo XVIII, con el Iluminismo, se configura una teoría).
Señales en las que se advierte el cambio y la aparición de la nueva concepción:
Indicio 1, la poesía goliarda: la taberna es un lugar muy típico de la nueva vida urbana que combina el trabajo y el ocio, en la taberna se conversa y se intercambian experiencias; el tema de la conversación es muy importante en las ciudades, se pena duramente la maledicencia, la sociabilidad urbana homologa la corte señorial pero se valora el trabajo, alegría de vivir, el mundo es el lugar en que el hombre debe divertirse, la embriaguez es un valor: exterioriza la subjetividad del individuo.
Indicio 2, pintura y escultura: aparece la sonrisa, se comienza a mostrar el cuerpo, se advierte el intento de captar la subjetividad, la individualidad propia e intransferible. La sonrisa implica una satisfacción ante la vida, no es una carcajada, es un placer del que se disfruta con moderación, racionalmente (el vulgo, el plebeyo comete excesos).
Indicio 3, la fortuna, centralidad del oro en la vida urbana, el dinero es expresión de una sociedad extremadamente móvil (la tierra, por el contrario, se hereda y es estable). Fortuna: diosa que se asocia con la rueda, se puede estar arriba o abajo, la fortuna es inestable, debe ser cuidada; sociedad competitiva ya que la riqueza de uno se hace a costa de la de otro. La movilidad se frena atesorando riqueza, son muy propios los cuentos de avaros. Con el tiempo los burgueses buscan pasar de la riqueza de los bienes muebles a los inmuebles, de los negocios a las tierras.
Indicio 4, la reacción de las órdenes mendicantes (franciscanos y dominicos), estas asociaciones religiosas son típicamente urbanas, se renuncia a la riqueza porque la pobreza es un valor.
Indicio 5, nueva actitud hacia la naturaleza, comienza a ser valorada por sí misma, no por relación a lo sobrenatural, la observación comienza a ser un valor, se comienza a experimentar, a buscar causas y efectos en la naturaleza y no en Dios. Esto se ve en las prácticas pero aun no en teorías.
Considerar al mundo de la naturaleza como regido por leyes propias, por una lógica propia, implica una reconsideración de la religión y del lugar de Dios. Se dan dos actitudes en la experiencia religiosa: por un lado la observancia: se vive cotidianamente al margen de Dios pero se cumplen ciertos ritos con mucho rigor, como la confesión; por otro lado el misticismo: actitud de búsqueda individual de Dios.
La sociedad feudo-burguesa
El orden feudal sigue funcionando y en este mundo feudal la burguesía se hace un lugar reconocido. La nobleza es el mercado fuerte de los burgueses. Muchos elementos de la mentalidad burguesa son homólogos de la mentalidad cortés. Al final de este período (XIV) se da una gran crisis social y política en la que se derrumba buena parte de la sociedad feudal, es una crisis de las aristocracias.
En el poder político hay dos novedades: las monarquías y las señorías urbanas.
Monarquía: durante el feudalismo el rey apenas aparece por encima de sus pares, en la etapa feudoburguesa (siglos XIII y XIV), crecen las monarquías sometiendo a los príncipes territoriales; el rey puede acentuar su poder porque los burgueses le adelantan dinero con el que puede armar un ejército con soldados de infantería (aristócratas empleados por el estado), también puede contratar funcionarios de justicia, etc. con lo que compite con los señores territoriales y se independiza de las viejas aristocracias. Se da la creación de un ejército propio, ya no constituido por nobles sino por infantes, arqueros y artillería; es una nueva manera de hacer la guerra. En las historias nacionales se ve a reyes que se hacen famosos porque logran dominar a príncipes importantes e incorporar esos territorios para la corona, muchas veces poniendo un familiar cercano. No hay que pensar esta incorporación de territorios con la uniformidad de un estado actual, en estos estados nacientes la incorporación se hace por una negociación, se exige al rey el respeto de ciertos privilegios, se trata así de una incorporación contractual y singular para cada región. Además los vasallos de las tierras conquistadas se integran a la corte del rey y le prestan auxilio y consejo; los territorios se incorporan como estados en los que el rey elige a los representantes de la Iglesia (los obispos).
Señoría urbana: en Italia que no hay tradición monárquica aparece esta forma de poder político especial, nace en las ciudades que son cabeceras de un territorio en el que puede haber otras ciudades menores. Las ciudades cabecera no están gobernadas por burgueses sino por señores, generalmente militares (condotieri, conductores) que llegan al poder. La señoría reemplaza a la comuna; se asume que el poder es algo que se puede buscar en sí mismo y por cualquier medio, esta práctica es contraria a la concepción cristiana del poder y, aunque está totalmente establecida, no se elabora una teoría acorde. (El príncipe de Maquiavelo es una crítica a esta situación y él es condenado por su obra).
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